Un poco de historia...

Historia de Laurel de Hierro que apareció en la segunda publicación del fanzine anual “Reacción Skinheadgirls” perteneciente a la organización de Skinheadgirls Latinoamericanas

Comenzar a hablar de la historia de las skinetas Laurel de Hierro, significa remontarse a varios años atrás, donde 2 skinetas muy amigas soñaban con formar una organización de chicas valerosas y unidas. Pasa el tiempo y ese par de skinetas se deben separar porque una de ellas tuvo que irse a estudiar a otra ciudad y aunque alcanzan a crear un pequeño panfleto, las amigas no logran cumplir su sueño.

Pasan los años y el movimiento skinhead comienza a crecer, llegan rostros nuevos y con ellos, más chicas y es así como la skineta que había quedado sola en Santiago comienza a comunicarse con chicas de otras ciudades para fortalecer la cultura. Y es así, como entre ellas comienzan de nuevo a plantear la idea de forjar una organización capaz de manifestar los ideales y principios de prioridad para ellas como lo sería la mujer trabajadora, sus demandas y derechos (que en muchos de los casos son pintados como privilegios).

Es así como un grupo de 6 skinetas un día en un bar deciden fundar una organización autónoma, independiente, capaz de representar a todas aquellas skinheadgirls interesadas en trabajar por el cumplimiento de sus principios e ideales, entre los cuales figuran:

• la lealtad y apoyo entre hombres y mujeres que se encuentran en la organización o luchas similares
• el antifascismo
• el antiracismo
• contra todo tipo de discriminación ya sea étnica, sexual
• por el orgullo proletario (por la mujer trabajadora y sus necesidades)

Debido a que estos diversos puntos pueden encaminar a diversos tipos de lucha muy variados, nosotras hemos decidido comenzar con algo simple, más que nada para aprender a articular y movilizar la organización, creemos que es indispensable el partir aprendiendo a desarrollar en grupo propaganda abierta, por medios de difusión masiva, como lo son las murallas y es así como para lograr nuestros objetivos entre todas hemos decidido prepararnos con los conocimientos apropiados para crear una brigada muralista.

En un principio no fue tan fácil como se esperaba, el conseguir recursos para los materiales, el armar las reuniones y las salidas a la calle e intercambiar experiencias con otras brigadas muralistas de mujeres con luchas similares en Latinoamérica, el idear los mensajes precisos y concisos de tal forma que pudiesen ser directos y puedan llegar a crear conciencia en la gente, en fin, en resumidas palabras, articular en forma óptima la organización.


LEALTAD

Sin duda la lealtad entre congéneres de la organización fue y es algo indispensable, debido a que hoy en día al no haber lealtad y coordinación, las organizaciones de mujeres que luchan han sido desgraciadamente muy desprestigiadas y desvaloradas, es por eso que entre nosotras, el punto de la lealtad es un punto indispensable al momento de llevar a cabo una organización debido que en la amistad y en la confianza se puede llegar a desarrollar la camadería y por lo tanto motivación. El ser leales entre skinetas también nos lleva a una posición que exige más respeto por parte de nuestros camaradas varones, porque honestamente, si no nos respetamos nosotras, ¿quiénes lo harán?.

En el apoyo a otras organizaciones como grupo, hemos decidido aliarnos con organizaciones con las cuales posean principios similares a los de nuestra lucha debido que a que abrirse a otras organizaciones no sólo fortalece nuestra lucha sino que también, nos arma en conocimiento y aprendizaje de otras experiencias. Sin duda, nos ha servido bastante.

Lo bueno hasta ahora es que ya estamos en las calles, nos ha costado un poco coordinarnos, pero con esfuerzo y dedicación a todo se puede llegar. Hoy partimos con esto pequeño pero después vendrán los boletines, jornadas y quien sabe de que más seremos capaces de hacer.

Esperemos que en un futuro cercano, las Laurel de Hierro seamos capaces de lograr cosas más grandes, para así poder llevar a cabo ese sueño de amigas: ser unas aliadas fuertes en la lucha contra el fascismo.

Por Gabriela Katona RedSkin, 2004